Una marca fruto del amor.
Con un estilo elegante sofisticado, la marca va dirigida a mujeres líderes, con espíritus visionarios, enérgicas, que no temen arriesgarse tras un propósito, decididas a trillar e inspirar a otras mujeres. Siempre dispuestas a aprender, a crecer y a desarrollarse personal y profesionalmente, pero, sobre todo, valientes para superar las barreras, sobreponerse y seguir adelante en el camino.
A principios del 2019 Susana Céspedes conoció a Kelvin Fernández, quien después de un tiempo de noviazgo le ofreció crear un proyecto de vida juntos y un emprendimiento que unía una pasión que ambos compartían, la moda.
Kelvin con más de 20 años de experiencia en la alta costura, perfeccionó sus conocimientos en una prestigiosa casa de moda de Santiago donde laboró por espacio de casi 11 años. Susana, diseñadora por pasión, desde niña observaba la pericia de su madre para confeccionar los vestidos de ella y su hermana. Modelos que imitaba para sus muñecas.
Poco a poco y con mucho esfuerzo y dedicación, su sueño de tener un Atelier de diseño y costura fue convirtiéndose en una realidad. Iniciaron con blusas sencillas las cuales compartían en las redes sociales llamando la atención de amigos y familiares que empezaron a interesarse por las piezas.
Paradójicamente, la pandemia por Covid-19 que puso en pausa varios negocios para Susana Alta Costura significó una oportunidad para dar a conocer su trabajo a través de la confección de uniformes médicos y mascarillas. A partir de entonces, se inicia una nueva etapa de confección de piezas a la medida personalizadas; aunque su objetivo siempre estuvo claro: Presentar colecciones cápsulas atemporales.
La calidad y el diseño de las piezas era bien aceptado por un gran público. La demanda fue creciendo, y la familia comenzó a involucrarse. En especial su hija Lesly Del Ángel quién ha sido inspiración, motivación y soporte. Además, la primera modelo de la marca.